4ª Semana de Pascua
Antífona de Entrada
Señor, con tu sangre has rescatado a hombres de todas las razas, lenguas, pueblos y naciones y has hecho de nosotros un reino de sacerdotes para Dios. Aleluya.
Oración Colecta
Señor nuestro, que nos has dado la libertad y la salvación por medio de la Sangre de tu Hijo, concédenos vivir siempre para ti y en ti encontrar la felicidad eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Resucitando a Jesús, Dios ha cumplido la promesa que nos hizo
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 13, 26-33
En aquellos días, Pablo continuó su predicación en la sinagoga de Antioquía de Pisidia con estas palabras: «Hermanos míos, descendientes de Abraham, y cuantos temen a Dios: Este mensaje de salvación les ha sido enviado a ustedes. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús, y al condenarlo, cumplieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado: no hallaron en Jesús nada que mereciera la muerte, y, sin embargo, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y después de cumplir todo lo que de él estaba escrito, lo bajaron de la cruz y lo pusieron en el sepulcro.
Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y él, ya resucitado, se apareció durante muchos días a los que lo habían seguido de Galilea a Jerusalén. Ellos son ahora testigos ante el pueblo. Nosotros les damos la buena nueva de que la promesa hecha a nuestros padres nos la ha cumplido Dios a nosotros, los hijos, resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: ‘Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy’».
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 2
Jesucristo es el rey de las naciones. Aleluya.
El Señor me ha consagrado como rey de Sión, su ciudad santa. Anunciaré el decreto del Señor. He aquí lo que me dijo:
Jesucristo es el rey de las naciones. Aleluya.
«Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy. Te daré en herencia las naciones y como propiedad, toda la tierra. Podrás gobernarlas con cetro de hierro, y despedazarlas como jarros».
Jesucristo es el rey de las naciones. Aleluya.
Escuchen y comprendan estas cosas, reyes y gobernantes de la tierra. Adoren al Señor con reverencia, sírvanlo con temor.
Jesucristo es el rey de las naciones. Aleluya.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
Yo soy el camino, la verdad y la vida
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque voy a prepararles un lugar. Cuando me vaya y les prepare un sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy».
Entonces Tomás le dijo: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le respondió: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos, y ayúdanos a conservar tu gracia para alcanzar un día la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
Cristo fue condenado a muerte por nuestros pecados, y resucitado para nuestra justificación. Aleluya.
Oración después de la Comunión
Señor, que tu amor paterno proteja siempre a quienes has salvado por medio de la pasión de tu Hijo, y que Cristo resucitado sea la fuente de todas nuestras alegrías.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.