Sábado 5 de febrero

Memoria de santa Águeda, Virgen y Mártir

Antífona de Entrada

Ya sigue al Cordero crucificado por nosotros, la virgen llena de valor, ofrenda de pudor y víctima de castidad.

Oración Colecta

Que tu santa virgen y mártir Águeda, tan agradable siempre a tu corazón por la consagración de su virginidad y su valor el martirio, nos obtenga, Señor, tu fortaleza, para superar nuestro egoísmo y nuestra cobardía.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura

Te pido que me concedas sabiduría de corazón para gobernar a tu pueblo
Lectura del primer libro de Reyes 3, 4-13

En aquellos días, el rey Salomón fue al santuario de Gabaón a ofrecer sacrificios y ofreció mil holocaustos sobre el altar. Una noche, estando él dormido en aquel lugar, se le apareció el Señor y le dijo: «Salomón, pídeme lo que quieras y yo te lo daré».

Salomón le respondió: «Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, justicia y rectitud de corazón. Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia, porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono. Sí, tú quisiste, Señor y Dios mío, que yo, tu siervo, sucediera en el trono a mi padre David; pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso que es imposible contarlo. Por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón para que sepa gobernar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal; pues, sin ella, ¿quién será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?»

Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría, y le dijo: «Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido: te doy un corazón sabio y prudente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza que no habrá rey que se pueda comparar contigo».
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 118
Enséñanos, Señor, a cumplir tus preceptos.

Sólo cumpliendo tus mandatos puede un joven vivir honestamente. Con todo el corazón te voy buscando, no me dejes desviar de tus preceptos.
Enséñanos, Señor, a cumplir tus preceptos.

En mi pecho guardé tus mandamientos, para nunca pecar en contra tuya. Señor, bendito seas; enséñame tus leyes.
Enséñanos, Señor, a cumplir tus preceptos.

Con mis labios he ido enumerando todos los mandamientos de tu boca. Más me gozo cumpliendo tus preceptos que teniendo riquezas.
Enséñanos, Señor, a cumplir tus preceptos.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.

Evangelio

Andaban como ovejas sin pastor
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces él les dijo: «Vengan conmigo a un lugar solitario para que descansen un poco». Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer. Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces, de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. 

Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas

Santifica, Señor, con tu bendición estas ofrendas y enciende en nosotros ese amor a ti, por el que tu santa mártir Águeda, fue capaz de soportar todos los tormentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Antífona de la Comunión

El Cordero, que está en el trono, los conducirá a las fuentes del agua de la vida.

Oración después de la Comunión

Que el sacramento que hemos recibido nos dé, Señor, la misma fortaleza con la que tu santa mártir Águeda, fue fiel en tu servicio y generosa en el sufrimiento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s