Reflexión sobre el evangelio
«Sígueme»: Esta palabra evocaría en el Apóstol su primera llamada y las condiciones de entrega absoluta que el Señor impone a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame» (Lc 9,23). El propio san Pedro, en una de sus cartas, nos deja el testimonio de que la exigencia de la Cruz es necesaria para todo cristiano: «Pues para esto fuisteis llamados, ya que también Cristo padeció por vosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus huellas» (1 P 2,21).