Reflexión sobre el Evangelio
San Lucas, que narrará con más detalle al comienzo del libro de los Hechos la Ascensión del Señor a los cielos, resume aquí este misterio con el que termina la presencia visible de Jesús en la tierra. No era conveniente, explica santo Tomás, que Cristo permaneciese en la tierra después de la Resurrección, si no que convenía que subiese al Cielo. Aunque su cuerpo resucitado ya tenía la gloria esencial, la Ascensión al Cielo le confiere un aumento de la gloria de que gozaba, por la dignidad del lugar al que ascendía (cfr Suma Teológica, III, q. 57, a. 1).