Reflexión sobre el Evangelio
«El divino Maestro y Modelo de toda perfección, predicó a todos y cada uno de sus discípulos, en cualquier circunstancia que vivieren, la santidad de vida, de la cual Él es autor y consumador: ‘Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto’ (…). Es completamente claro que todos los fieles de cualquier estado o condición de vida están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, santidad que, aun en la sociedad terrena, promueve un modo más humano de vivir» (Concilio Vaticano II en el cap. 5 de la Const. Lumen gentium, n. 40).