Reflexión sobre el Evangelio
El seguimiento de Cristo, en efecto, lleva consigo una disponibilidad rendida, una entrega inmediata de lo que Jesús pide, porque esa llamada es seguir a Cristo al ritmo de su mismo paso, que no admite quedarse atrás: a Jesús o se le sigue, o se le pierde. En qué consiste el seguimiento de Cristo lo ha enseñado Jesús en el Discurso de la Montaña (Mt 5-7), y nos lo resumen los catecismos más elementales de la doctrina cristiana: cristiano quiere decir hombre que cree en Jesucristo –fe que recibió en el Bautismo– y que está obligado a su santo servicio. Cada cristiano debe buscar, en la oración y trato con el Señor, cuáles son las exigencias personales y concretas de su vocación cristiana.