Reflexión sobre el Evangelio
«¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?»: La mentalidad de esos fariseos, tan inclinada a juzgar a los demás y clasificar fácilmente en justos y pecadores, no concuerda con la actitud y enseñanzas de Jesús. Ya había dicho: «No juzguéis y no seréis juzgados» (Mt 7,1), y todavía añadió: «El que de vosotros esté sin pecado que tire la primera piedra» (Jn 8,7). La realidad es que todos los hombres somos pecadores y a todos ha venido a redimir el Señor. No hay razón, pues, para que se dé entre los cristianos el escandalizarse por los pecados de otros, puesto que cualquiera de nosotros es capaz de cometer las mayores vilezas si no nos asiste la gracia de Dios.