Reflexión sobre el Evangelio
Los prudentes y los sabios de este mundo, esto es, los que confían en su propia sabiduría, no pueden aceptar la revelación que Cristo nos ha traído. La visión sobrenatural va siempre unida a la humildad. El que se considera poca cosa delante de Dios, el humilde, ve; el que está pagado de su propia valía no percibe lo sobrenatural.