Reflexión sobre el Evangelio
Jesucristo rebate la acusación de los fariseos con cuatro razones: el ejemplo de David, el de los sacerdotes, el sentido de la misericordia divina y el señorío del propio Jesús sobre el sábado. El primer ejemplo, conocido por el pueblo acostumbrado a escuchar la lectura de la Biblia, está tomado de 1 S 21,2-7: David, huyendo de la persecución del rey Saúl, pide al sacerdote del santuario de Nob alimento para sus hombres; el sacerdote, no teniendo sino los «panes de la proposición», se los dio; eran doce panes que se colocaban cada semana en la mesa de oro del santuario, como homenaje perpetuo de las doce tribus de Israel al Señor (Lv 24,5-9). El segundo ejemplo se refiere al ministerio de los sacerdotes: para realizar el culto divino tenían que hacer en sábado una serie de trabajos, sin desobedecer por ello la ley del descanso (cfr Nm 28,9).