Reflexión sobre el Evangelio
«Está claro: el campo es fértil y la simiente es buena; el Señor del campo ha lanzado a voleo la semilla en el momento propicio y con arte consumada; además, ha organizado una vigilancia para proteger la siembra reciente. Si después aparece la cizaña, es porque no ha habido correspondencia, porque los hombres –los cristianos especialmente– se han dormido, y han permitido que el enemigo se acercara» (S. Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, n. 123).