Reflexión sobre el Evangelio
«Señor, si hubieras estado aquí…»: Según interpreta san Agustín, la petición de Marta es un ejemplo de oración confiada y de abandono en manos del Señor que sabe mejor que nosotros lo que nos conviene. Por eso, «no le dijo: Te ruego ahora que resucites a mi hermano (…). Solamente dijo: Sé que todo lo puedes y haces cuanto quieres; pero hacerlo queda a tu juicio, no a mis deseos» (In Ioannis Evangelium Tractatus, 49,13). Lo mismo ha de decirse acerca de las palabras de María que poco más adelante relata san Juan.