Reflexión sobre el Evangelio
Una vez más (vid. Mt 18,1-6) muestra Jesús su predilección por los niños, acogiéndolos y bendiciéndolos. También la Iglesia ha dado a los niños un puesto importante urgiendo la necesidad del Bautismo: «Todos los niños deben ser bautizados. El común sentir y la autoridad de los Santos Padres, prueba que esta ley debe entenderse no sólo de los que están en edad adulta, sino también de los niños en la infancia, y que ésta la ha recibido la Iglesia por la Tradición apostólica. Se debe creer además, que Cristo Nuestro Señor no quiso que se negase el Sacramento y la Gracia del Bautismo a los niños, de quienes decía: ‘dejad a los niños y no les impidáis que vengan a mí, porque de éstos es el Reino de los Cielos’: a los cuales estrechaba entre sus brazos, ponía sobre ellos las manos y los bendecía» (Catecismo Romano, II, 2,32).