Reflexión sobre el Evangelio
La consecuencia que saca el mismo Jesucristo de esta revelación sobre las cosas futuras es que el cristiano debe vivir vigilante cada día como si fuera el último de su vida.
Lo importante no es elucubrar acerca de cuándo y cómo serán esos acontecimientos últimos, sino vivir de tal forma que nos encuentren en gracia de Dios.