Memoria de san Cornelio, Papa y san Cipriano, Obispo, Mártires
Antífona de Entrada
Ahora gozan en el cielo las almas de los santos, que siguieron en la tierra las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre por él, con Cristo se gozan eternamente
Oración Colecta
Señor Dios, que en los santos Cornelio y Cipriano nos has dejado un ejemplo de colaboración pastoral y de adhesión a Cristo hasta el martirio, concédenos ese mismo amor a tu Hijo, para trabajar por la unidad de la Iglesia.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Si Cristo no ha resucitado vana es la fe de ustedes
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 12-20
Hermanos: Si predicamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que algunos de ustedes andan diciendo que los muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y la fe de ustedes es vana.
Seríamos, además, falsos testigos de Dios, puesto que hemos afirmado falsamente que Dios resucitó a Cristo; porque, si fuera cierto que los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no ha resucitado, es vana la fe de ustedes y siguen aún sumidos en sus pecados, y los que murieron en Cristo, perecieron. Si nuestra esperanza en Cristo no va más allá de esta vida, somos los más infelices de todos los humanos. Pero no es así; Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 16
Atiéndeme, Dios mío, escucha mi oración.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi súplica, pues mis labios no mienten.
Atiéndeme, Dios mío, escucha mi oración.
A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, escucha mis palabras; muéstrame los prodigios de tu misericordia, pues a quien acude a Ti lo salvas de sus contrarios.
Atiéndeme, Dios mío, escucha mi oración.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la sombra de tus alas escóndeme; pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro, y al despertarme espero saciarme de tu vista.
Atiéndeme, Dios mío, escucha mi oración.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.
Aleluya.
Evangelio
Los acompañaban algunas mujeres, que los ayudaban con sus propios bienes
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8,1-3
En aquel tiempo, Jesús comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades. Entre ellas iban María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, el administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que lo ayudaban con sus propios bienes.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, los dones de tu pueblo, que te presentamos al conmemorar el sacrificio de tus santos mártires; y te pedimos que el misterio que dio valor en la persecución a los santos Cornelio y Cipriano, nos dé también a nosotros constancia en la adversidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
Ustedes han perseverado conmigo en mis pruebas, dice el Señor, y yo les voy a dar el Reino, para que en él coman y beban a mi mesa.
Oración después de la Comunión
Por este sacramento que hemos recibido, te pedimos, Señor, que, a ejemplo de los santos mártires Cornelio y Cipriano, sostenidos con tu espíritu de fortaleza, podamos dar testimonio de la verdad del Evangelio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.