Reflexión sobre el evangelio
En la tarde del día de la Resurrección el Señor transmite a los Apóstoles la misión propia que había recibido del Padre, otorgándoles poderes semejantes a los suyos (Jn 20,21). Días más tarde confiere a Pedro el primado que antes le había prometido (Jn 21,15-17). A Pedro le ha sucedido el Romano Pontífice, y a los Apóstoles, los Obispos (cfr. Conc. Vaticano II, Const. Dogm. Lumen gentium, n. 20).