28ª Semana del Tiempo Ordinario
Antífona de Entrada
El Señor es la fuerza de su pueblo, defensa y salvación para su Ungido. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.
Oración Colecta
Señor, concédenos vivir siempre en el amor y respeto a tu santo nombre, ya que jamás dejas de proteger a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
La circuncisión no tiene valor, solamente la fe que actúa por medio del amor
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 5, 1-6
Hermanos: Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Por eso, conserven la libertad, y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. Yo mismo, Pablo, les advierto: si se circuncidan, Cristo no les servirá de nada. Y vuelvo a declarar: el que se circuncida, queda obligado a cumplir toda la ley. Los que pretenden alcanzar la justificación por medio de la ley, han perdido a Cristo, han rechazado la gracia.
Nosotros, en cambio, movidos por el Espíritu Santo, esperamos ansiosamente la justificación por medio de la fe, porque, como cristianos, da lo mismo estar circuncidado o no estarlo; lo único que vale es la fe que actúa por medio del amor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 118
Señor, ten misericordia de mí.
Señor, ten misericordia de mí y sálvame según tu promesa.
Señor, ten misericordia de mí.
No quites de mi boca las palabras sinceras, porque yo espero en tus mandamientos.
Señor, ten misericordia de mí.
Cumpliré tu voluntad sin cesar y para siempre. Caminaré por un camino ancho, pues he seguido tus preceptos.
Señor, ten misericordia de mí.
Serán mi delicia tus mandatos, que tanto amo. Levantaré mis manos hacia ti, mientras recito tus mandamientos.
Señor, ten misericordia de mí.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz, y descubre los pensamientos e intenciones del corazón.
Aleluya.
Evangelio
Den limosna de lo que tienen, y todo lo de ustedes quedará limpio
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 37-41
En aquel tiempo un fariseo invitó a Jesús a comer. Él fue a su casa y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer. Pero el Señor le dijo: «Ustedes, los fariseos, limpian por fuera el vaso y el plato, mientras por dentro están llenos de robos y maldades. ¡Insensatos! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Den más bien limosna de lo que tienen, y todo lo de ustedes quedará limpio».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza y concédenos que, purificados por su eficacia, podamos ofrecerte el entrañable afecto de nuestro corazón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
Los ojos de todos esperan en ti, Señor; y tú les das la comida a su tiempo.
Oración después de la Comunión
Renovados, Señor, por el alimento del sagrado Cuerpo y la preciosa Sangre de tu Hijo, concédenos que lo que realizamos con asidua devoción, lo recibamos convertido en certeza de redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.