29ª Semana del Tiempo Ordinario
Antífona de Entrada
Dios habita en su santuario; él nos hace habitar juntos en su casa; es la fuerza y el poder de su pueblo.
Oración Colecta
Señor Dios, protector de los que en ti confían, sin ti, nada es fuerte, ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros, que nuestro corazón esté puesto en los bienes eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Que arraigados y cimentados en el amor, queden ustedes colmados con la plenitud misma de Dios
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 14-21
Hermanos: Me arrodillo ante el Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, para que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que su Espíritu los fortalezca interiormente, de modo que Cristo habite por la fe en sus corazones. Así, arraigados y cimentados en el amor, podrán comprender con todo el pueblo de Dios la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo, y experimentar ese amor que sobrepasa todo conocimiento humano; de esa manera los desbordará la plenitud misma de Dios.
A Dios, que tiene poder sobre todas las cosas y que, en virtud de la fuerza con que actúa en nosotros, es capaz de hacer más de lo que le pedimos o entendemos, a él sea dada la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las edades y por todos los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 32
Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Que los justos aclamen al Señor, es propio de los justos alabarlo; demos gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos.
Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Sincera es la palabra del Señor, y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades.
Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Los proyectos de Dios duran por siempre; los planes de su amor, todos los siglos. Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el pueblo que escogió por suyo.
Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida.
Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Todo lo considero una pérdida y lo tengo por basura, para ganar a Cristo y vivir unido a él.
Aleluya.
Evangelio
No he venido a traer paz, sino más bien división
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega! ¿Piensan que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo, no he venido a traer paz, sino más bien división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estarán divididos: el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, los dones que por tu generosidad te presentamos, para que, por el poder de tu gracia, estos sagrados misterios santifiquen toda nuestra vida y nos conduzcan a la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
Bendice, alma mía, al Señor, y no te olvides de sus beneficios.
Oración después de la Comunión
Habiendo recibido, Señor, el sacramento celestial, memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo, concédenos que este don, que él mismo nos dio con tan inefable amor, nos aproveche para nuestra salvación eterna. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.