Lunes 31 de octubre

31ª Semana del Tiempo Ordinario

Antífona de Entrada

Concede, Señor, la paz a los que esperan en ti, y cumple así las palabras de tus profetas; escucha las plegarias de tu siervo, y de tu pueblo Israel.

Oración Colecta

Señor Dios, creador y soberano de todas las cosas, vuelve a nosotros tus ojos y concede que te sirvamos de todo corazón, para que experimentemos los efectos de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura

Tengan un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 1-4

Hermanos: Si alguna fuerza tiene una advertencia en nombre de Cristo; si de algo sirve una exhortación nacida del amor; si nos une el mismo Espíritu, y si ustedes me profesan un afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma.

Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción; antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 130
Dame, Señor, la paz junto a ti.

Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas que superen mis alcances no pretendo.
Dame, Señor, la paz junto a ti.

Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño recién amamantado en los brazos maternos.
Dame, Señor, la paz junto a ti.

Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre.
Dame, Señor, la paz junto a ti.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente discípulos míos y conocerán la verdad.
Aleluya.

Evangelio

No invites a tus amigos, sino a los pobres
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14,12-14

En aquel tiempo, Jesús dijo al jefe de los fariseos que lo había invitado a comer: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado.

Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas

Sé propicio, Señor, a nuestras plegarias y acepta benignamente estas ofrendas de tus siervos, para que aquello que cada uno ofrece en honor de tu nombre aproveche a todos para su salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Antífona de la Comunión

Señor Dios, qué preciosa es tu misericordia. Por eso los hombres se acogen a la sombra de tus alas.

Oración después de la Comunión

Que el efecto de este don celestial, Señor, transforme nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, y no nuestro sentir, lo que siempre inspire nuestras acciones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s