31ª Semana del Tiempo Ordinario
Antífona de Entrada
Concede, Señor, la paz a los que esperan en ti, y cumple así las palabras de tus profetas; escucha las plegarias de tu siervo, y de tu pueblo Israel.
Oración Colecta
Señor Dios, creador y soberano de todas las cosas, vuelve a nosotros tus ojos y concede que te sirvamos de todo corazón, para que experimentemos los efectos de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Tengan un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 1-4
Hermanos: Si alguna fuerza tiene una advertencia en nombre de Cristo; si de algo sirve una exhortación nacida del amor; si nos une el mismo Espíritu, y si ustedes me profesan un afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma.
Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción; antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 130
Dame, Señor, la paz junto a ti.
Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos soberbios; grandezas que superen mis alcances no pretendo.
Dame, Señor, la paz junto a ti.
Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en silencio, como niño recién amamantado en los brazos maternos.
Dame, Señor, la paz junto a ti.
Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre.
Dame, Señor, la paz junto a ti.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Si se mantienen fieles a mi palabra, dice el Señor, serán verdaderamente discípulos míos y conocerán la verdad.
Aleluya.
Evangelio
No invites a tus amigos, sino a los pobres
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14,12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo al jefe de los fariseos que lo había invitado a comer: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Sé propicio, Señor, a nuestras plegarias y acepta benignamente estas ofrendas de tus siervos, para que aquello que cada uno ofrece en honor de tu nombre aproveche a todos para su salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
Señor Dios, qué preciosa es tu misericordia. Por eso los hombres se acogen a la sombra de tus alas.
Oración después de la Comunión
Que el efecto de este don celestial, Señor, transforme nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, y no nuestro sentir, lo que siempre inspire nuestras acciones.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.