Reflexión sobre el Evangelio
«El Señor no mira –dice san Juan Crisóstomo– la cantidad que se le ofrece, sino el afecto con que se le ofrece. No está la limosna en dar poco de lo mucho que se tiene, sino en hacer lo que aquella viuda, que dio todo lo que tenía» (Hom. Sobre Heb, 1). Esta mujer nos enseña que podemos conmover el corazón de Dios al entregarle todo aquello que tenemos a nuestro alcance, que será siempre muy poco, aunque fuese nuestra misma vida.