Reflexión sobre el Evangelio
El cuarto Evangelio destaca que, aunque fueron las mujeres, y en concreto María Magdalena, las primeras en llegar al sepulcro, son los Apóstoles los primeros en entrar y percibir los detalles externos que muestran que Cristo ha resucitado (el sepulcro vacío, los lienzos «caídos», el sudario aparte). Dar testimonio de este hecho será punto esencial de la misión que les encomendará Cristo: «Seréis mis testigos en Jerusalén… y hasta los confines de la tierra» (Hch 1,8).