Reflexión sobre el Evangelio
El Señor no se cansa de pedir a los Apóstoles, germen de la Iglesia, que presten atención a la doctrina que oyen: están recibiendo un tesoro del cual deberán dar cuenta. «Al que tiene se le dará…»: a quien corresponde a la gracia se le dará más gracia todavía y abundará cada vez más; pero el que no hace fructificar la gracia divina recibida, quedará cada vez más empobrecido. Por esto, la medida de las virtudes teologales es no tener medida: «Si dices: basta, ya has muerto» (San Agustín, Sermo 51). Un alma que quiera progresar en el camino interior hará suya esta oración: «Señor: que tenga peso y medida en todo… menos en el Amor» (S. Josemaría Escrivá, Camino, n. 427).