Reflexión sobre el Evangelio
Es de notar que se intercala en el relato evangélico el extenso episodio de la muerte de Juan el Bautista. La razón es que san Juan Bautista tiene especial relevancia en la Historia de la salvación, porque es el Precursor, encargado de preparar los caminos del Mesías. Por otra parte, Juan Bautista tenía un gran prestigio entre la gente: le creían profeta (Mc 11,32) y algunos incluso el Mesías, y acudían a él de muchos lugares. Jesús mismo llegó a decir: «No ha surgido entre los nacidos de mujer nadie mayor que Juan el Bautista» (Mt 11,11). Más tarde, el apóstol san Juan también hablará de él en su Evangelio: «Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan» (Jn 1,6). Pero en el texto sagrado se aclara, sin embargo, que el Bautista, aún con ser tanto, no era la luz, sino testigo de la luz. Propiamente sólo era la lámpara que portaba la luz.