5ª Semana del Tiempo Ordinario
Antífona de Entrada
Pueblos todos, aplaudan y aclamen a Dios con gritos de júbilo.
Oración Colecta
Señor Dios, que mediante la gracia de la adopción filial quisiste que fuéramos hijos de la luz, concédenos que no nos dejemos envolver en las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre vigilantes en el esplendor de la verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza
Lectura del libro del Génesis 1, 20-31; 2, 1-4
Dijo Dios: «Agítense las aguas con un hervidero de seres vivientes y revoloteen sobre la tierra las aves, bajo la bóveda del cielo». Creó Dios los grandes animales marinos y los vivientes que en el agua se deslizan y la pueblan, según su especie. Creó también el mundo de las aves, según sus especies. Vio Dios que era bueno y los bendijo, diciendo: «Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas del mar; que las aves se multipliquen en la tierra». Fue la tarde y la mañana del quinto día.
Dijo Dios: «Produzca la tierra vivientes, según sus especies: animales domésticos, reptiles y fieras, según sus especies». Y así fue. Hizo Dios las fieras, los animales domésticos y los reptiles, cada uno según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine a los peces del mar, a las aves del cielo, a los animales domésticos y a todo animal que se arrastra sobre la tierra».
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen suya lo creó; hombre y mujer los creó.
Y los bendijo Dios diciéndoles: «Sean fecundos y multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todo ser viviente que se mueve sobre la tierra».
Y dijo Dios: «He aquí que les entrego les entrego todas las plantas de semilla que hay sobre la faz de la tierra, y todos los árboles que producen frutos y semilla, para que les servirán de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves de cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todos los seres que respiran, también les doy por alimento las verdes plantas». Y así fue. Y vio Dios todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno. Fue la tarde y la mañana del sexto día.
Así quedaron concluidos el cielo y la tierra con todos sus ornamentos, y terminada su obra, descansó Dios el séptimo día de todo cuanto había hecho. Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque ese día cesó de trabajar en la creación del universo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 8
¡Qué admirable, Señor, es tu poder!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas, que has creado, me pregunto: ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes; ese pobre ser humano, para que de él te preocupes?
¡Qué admirable, Señor, es tu poder!
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles; lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo lo sometiste bajo sus pies.
¡Qué admirable, Señor, es tu poder!
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes, las aves del cielo y los peces del mar que recorren los caminos de las aguas.
¡Qué admirable, Señor, es tu poder!
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Inclina, Dios mío, mi corazón a tus preceptos y dame la gracia de cumplir tu voluntad.
Aleluya.
Evangelio
Ustedes anulan la palabra de Dios con las tradiciones de los hombres
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 1-13
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén. Viendo que algunos de los discípulos de Jesús comían con las manos impuras (es decir, sin habérselas lavado), los fariseos y los escribas le preguntaron: «¿Por qué tus discípulos comen con manos impuras y no siguen la tradición de nuestros mayores?» (Los fariseos y los judíos, en general, no comen sin lavarse antes las manos hasta el codo, siguiendo la tradición de sus mayores; al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones y observan muchas otras cosas por tradición, como purificar vasos, jarras y ollas).
Jesús les contestó: «Qué bien profetizó Isaías sobre ustedes, hipócritas, cuando escribió: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Es inútil el culto que me rinden, porque enseñan doctrinas que no son sino preceptos humanos’. Ustedes dejan a un lado el mandamiento de Dios para aferrarse a las tradiciones de los hombres». Después añadió: «De veras son ustedes muy hábiles para violar el mandamiento de Dios y conservar su tradición. Porque Moisés dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre. El que maldiga a su padre o a su madre, morirá’. Pero ustedes dicen: ‘Si uno dice a su padre o a su madre: Todo aquello con que yo te podría ayudar es corbán (es decir, ofrenda para el templo), ya no puede hacer nada por su padre o por su madre’. Así anulan la palabra de Dios con esa tradición que se han transmitido; y hacen muchas cosas semejantes a ésta».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios, que bondadosamente realizas el fruto de tus sacramentos, concédenos que seamos capaces de servirte como corresponde a tan santos misterios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
Padre, te ruego por ellos, para que sean uno en nosotros y el mundo pueda creer que tú me has enviado, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Que la víctima divina que te hemos ofrecido y que acabamos de recibir, nos vivifique, Señor, para que, unidos a ti con perpetuo amor, demos frutos que permanezcan para siempre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.