Reflexión sobre el Evangelio
«No he venido a llamar a los justos»: Este modo de actuar del Señor significa que el único título que tenemos para ser salvados es reconocernos con sencillez pecadores ante Dios. «Porque Jesús no sabe qué hacer con la astucia calculadora, con la crueldad de corazones fríos, con la hermosura vistosa pero hueca. Nuestro Señor estima la alegría de un corazón mozo, el paso sencillo, la voz sin falsete, los ojos limpios, el oído atento a su palabra de cariño. Así reina en el alma» (S. Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, n. 181).