Reflexión sobre el Evangelio
«Si ustedes perdonan las faltas»: San Mateo conserva estos dos versículos finales como un comentario de Nuestro Señor a la quinta petición del Padrenuestro. ¡Qué maravilla es Dios que perdona! Pero si Dios, tres veces Santo, tiene misericordia del pecador, cuánto más nosotros, pecadores, que sabemos por experiencia propia de la miseria del pecado, debemos perdonar a los demás. No hay nadie perfecto en la tierra. Igual que Dios nos quiere, aun con nuestros defectos, y nos perdona, nosotros debemos querer a los demás, aun con sus defectos, y perdonarlos. Si esperamos querer a los que no tienen defectos, no querremos nunca a nadie. Si esperamos que se corrijan o se excusen los demás primer, casi nunca perdonaremos. Pero entonces, tampoco nosotros seremos perdonados. «Conforme: aquella persona ha sido mala contigo. –Pero, ¿no has sido tú peor con Dios?» (S. Josemaría Escrivá, Camino, n. 686).