Reflexión sobre el Evangelio
«Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta»: Las palabras del Señor siguen resultando misteriosas para los Apóstoles, que no acaban de entender la unidad del Padre y del Hijo. De ahí la insistencia de Felipe. Por eso Jesús «reprende al apóstol porque aún no le conoce, cuando resulta que sus obras eran propias de Dios: caminar sobre las olas, mandar a los vientos, perdonar pecados, resucitar a los muertos. Este es el motivo de la reprensión: el no haber conocido su condición de Dios a través de su humana naturaleza» (San Agustín, De trinitate, lib. 7).