Reflexión sobre el Evangelio
La tradición cristiana, fundada también en otros pasajes evangélicos (cfr Jn 10,11), aplica esta parábola a Cristo, Buen Pastor, que echa de menos y busca con afán a la oveja perdida: el Verbo, descaminada la humanidad por el pecado, sale a su encuentro en la Encarnación. En este sentido comenta San Gregorio Magno: «Puso la oveja sobre sus hombros, porque, al asumir la naturaleza humana, Él mismo cargó con nuestros pecados» (In Evangelia homiliae, 2, 14).