Sábado 17 de septiembre

24ª Semana del Tiempo Ordinario

Antífona de Entrada

Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.

Oración Colecta

Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas los cielos y la tierra, escucha con amor las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura

Se entierra un cuerpo corruptible y resucita incorruptible
Lectura de la primera carta del apóstol según Pablo a los Corintios 15, 35-37.42-49

Hermanos: Hay algunos que preguntan: «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo volverán a la vida?» Es que no se han puesto a pensar que el grano que se siembra tiene que morir, para que nazca la planta. Lo que se siembra no es la planta que va a brotar, sino solamente la semilla, de trigo, por ejemplo, o de cualquier otra planta.

Lo mismo sucederá en la resurrección de los muertos: se siembra lo corruptible, resucita incorruptible; se siembra lo miserable, resucita glorioso; se siembra lo débil, resucita fuerte; se siembra un cuerpo humano, resucita un cuerpo vivificado por el Espíritu divino. Pues si existe un cuerpo animal, también existe un cuerpo vivificado por el Espíritu.

En efecto, la Escritura dice: El primer hombre, Adán, fue un ser que tuvo vida. El nuevo Adán, en cambio, es Espíritu que da vida. Sin embargo, no existe primero lo vivificado por el Espíritu, sino lo puramente humano; lo vivificado por el Espíritu viene después.

El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo viene del cielo. Como fue el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como es el hombre celestial, así serán los celestiales. Y del mismo modo que somos semejantes al hombre terreno, seremos también semejantes al hombre celestial.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 55
Caminaré en la presencia del Señor.

Yo sé bien que el Señor está conmigo; por eso en Dios, cuya promesa alabo, sin temor me confío. ¿Qué hombre ha de poder causarme daño?
Caminaré en la presencia del Señor.

Te debo, Señor, las promesas que te hice, te las cumpliré con acción de gracias, porque libraste mi vida de la muerte, mis pies de la caída, para que camine en la presencia de Dios, mientras tengo la luz de la vida.
Caminaré en la presencia del Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran hasta dar fruto.
Aleluya.

Evangelio

Lo que cayó en tierra buena representa a los que escuchan la palabra, la conservan en un corazón bueno y bien dispuesto, y dan fruto por su constancia
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 4-15

En aquel tiempo, mucha gente se había reunido alrededor de Jesús, y al ir pasando por los pueblos otros más se le unían. Entonces les dijo esta parábola: «Salió un sembrador a sembrar su semilla. Al ir sembrando, unos granos cayeron en el camino, la gente los pisó y los pájaros se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso; y al brotar, se secaron por falta de humedad. Otros cayeron entre espinos; y al crecer éstos los ahogaron. Los demás cayeron en tierra buena; crecieron y produjeron el ciento por uno».

Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga». Entonces le preguntaron los discípulos: «¿Qué significa esta parábola?» Y él les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer claramente los secretos del Reino de Dios; en cambio, a los demás sólo les hablo en parábolas ‘para que viendo no vean y oyendo no entiendan’.

La parábola significa esto: la semilla es la palabra de Dios. Lo que cayó en el camino representa a los que escuchan la palabra, pero luego viene el diablo y se la lleva de sus corazones, para que no crean ni se salven. Lo que cayó en terreno pedregoso representa a los que al escuchar la palabra la reciben con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. La semilla que cayó entre espinos representa a los que escuchan la palabra, pero con los afanes, riquezas y placeres de la vida se van ahogando y no dan fruto. Lo que cayó en tierra buena representa a los que escuchan la palabra, la conservan en un corazón bueno y bien dispuesto, y dan fruto por su constancia».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Oración sobre las Ofrendas

Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Antífona de la Comunión

Para mí, Señor, has preparado la mesa y has llenado mi copa hasta los bordes.

Oración después de la Comunión

Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con el pan del cielo, vivamos siempre unidos en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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