Lunes 26 de septiembre

Reflexión sobre el Evangelio

Dos episodios ponen de manifiesto las miras humanas de los Apóstoles. Jesús las contrapone a la sencillez del niño y la apertura del corazón, virtudes que se recuerdan a menudo en los primeros escritos cristianos: «Serás sencillo de corazón y rico de espíritu. (…) No te enaltecerás a ti mismo, sino que serás humilde en todo. No te arrogarás gloria. No concebirás una determinación perversa contra tu prójimo, ni infundirás a tu alma temeridad» (Epist. Barnab. 19,2-3).

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s