Reflexión sobre el Evangelio
El Señor acompaña el Padrenuestro con unas cuantas enseñanzas sobre la oración de petición: mediante una comparación y una sentencia declara la eficacia de esa oración. Después, con la imagen del padre asegura la donación más grande para el cristiano, el Espíritu Santo: «Por la comunión con él, el Espíritu Santo nos hace espirituales, nos restablece en el Paraíso, nos lleva al Reino de los Cielos y a la adopción filial, nos da la confianza de llamar a Dios Padre y de participar en la gracia de Cristo, de ser llamado hijo de la luz y de tener parte en la gloria eterna» (S. Basilio, De Spir. Sanct. 15,36; cfr Catecismo de la Iglesia Católica 736).