Reflexión sobre el evangelio
Los saduceos no creían en la resurrección de la carne y negaban la inmortalidad del alma. El Señor contesta reafirmando la existencia de la resurrección, y, al enseñar las propiedades de los resucitados, se desvanece el argumento de los saduceos. En este mundo, los hombres contraen nupcias para perpetuar la especie. Tras la resurrección no habrá más nupcias, porque los hombres no nacerán ni morirán.