34ª Semana del Tiempo Ordinario
Antífona de Entrada
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre.
Oración Colecta
Señor Dios, que elegiste como Madre del Salvador a la santísima Virgen María, singularmente bendita entre los pobres y los humildes, concédenos que, siguiendo su ejemplo, te rindamos el homenaje de una fe sincera y pongamos en ti toda esperanza de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Primera Lectura
Ahí no habrá ya noche, porque el Señor los iluminará con su luz
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol según Juan 22, 1-7
El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, el río del agua que da la vida, reluciente como el cristal, que brota del trono de Dios y del Cordero. En el centro de la plaza de la ciudad y en cada lado del río, crecía un árbol de la vida, que daba doce cosechas al año, una cada mes, y sus hojas sirven para dar la salud a las naciones. Ahí no habrá ya ninguna maldición.
En la ciudad estará el trono de Dios y el del Cordero, y sus servidores le darán culto, lo verán cara a cara, y llevarán su nombre en la frente. Ahí no habrá ya noche ni habrá necesidad de lámparas o de sol, porque el Señor Dios los iluminará con su luz y reinarán por los siglos de los siglos.
Lugo el ángel me dijo: «Estas palabras son verdaderas y dignas de crédito. El Señor Dios, que inspiró a los profetas, ha enviado su ángel para comunicar a sus servidores lo que tiene que suceder en breve. Ya estoy a punto de llegar. Dichoso quien le hace caso al mensaje profético contenido en este libro».
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 94
Demos gracias al Señor.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a él llenos de júbilo y démosle gracias.
Demos gracias al Señor.
Porque el Señor es un Dios grande, es rey de todos los dioses: en sus manos están los abismos de la tierra, son suyas las cumbres de las montañas; el mar es suyo, porque él lo hizo y también la tierra, pues la formó con sus manos.
Demos gracias al Señor.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo, él nuestro pastor y nosotros, sus ovejas.
Demos gracias al Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre.
Aleluya.
Evangelio
Velen para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acoge, Señor, estas ofrendas que manifiestan nuestro filial servicio, para que, al celebrar la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en el amor a ti y al prójimo, a ejemplo de la bienaventurada Virgen María.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
De ti se dicen maravillas, Virgen María, porque ha hecho en ti cosas grandes el que todo lo puede.
Oración después de la Comunión
Concede, Señor, a tu Iglesia que, fortalecida por la gracia de este sacramento, recorra con alegría los caminos del Evangelio, hasta que alcance aquella dichosa visión de paz de la que ya goza la Virgen María, tu humilde esclava, eternamente gloriosa.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.