Reflexión sobre el Evangelio
El Señor llama a todos, su misión redentora es universal; en otras ocasiones lo afirmaba utilizando parábolas como la del banquete de bodas (Mt 22,1-14; Lc 14,16-24). ¿Cómo explicar entonces esa restricción que parece poner aquí el Señor, al decir que no ha venido a llamar a los justos? No se trata en realidad de una restricción. Jesús aprovecha la ocasión para reprochar a los escribas y fariseos su actitud orgullosa: se consideraban justos y su complacencia en esa supuesta santidad les alejaba de la llamada a la conversión, pensando que se salvarían por sí mismos (cfr Jn 9,41).