Reflexión sobre el Evangelio
La Ley de Moisés (Dt 24,1), dada en tiempos antiguos, había tolerado el divorcio por la dureza del corazón de los hebreos. Pero no había señalado de manera clara los motivos para llegar a él. Por eso los rabinos habían dado una serie de interpretaciones diversas, según las escuelas a las que perteneciesen, que iban de posiciones muy laxas a otras más rígidas. La condición de inferioridad de la mujer había sido de algún modo suavizada por el acta o libelo de repudio, escrito por el cual el marido declaraba la libertad de la mujer repudiada para que pudiera contraer nuevas nupcias. Contra tales interpretaciones rabínicas, Jesús restablece la originaria indisolubilidad del matrimonio tal como Dios lo había instituido.