3ª Semana de Cuaresma
Antífona de Entrada
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé en cualquier tribulación en que me llamen y seré siempre su Dios.
Oración Colecta
Te pedimos, Señor, humildemente, que conforme se acerca la fiesta de nuestra redención, crezca en nosotros el fervor por celebrar santamente la Pascua de tu Hijo, que vive y reina contigo…
Amén.
Primera Lectura
Este es el pueblo que no escuchó la voz del Señor, su Dios
Lectura del libro del profeta Jeremías 7, 23-28
Esto dice el Señor: «Esta es la orden que di a mi pueblo: Escuchen mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo: caminen siempre por el camino que yo les mostraré, para que les vaya bien. Pero ellos no escucharon ni prestaron oído, caminaron según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, y en vez de darme la cara me dieron la espalda. Desde que sus padres salieron del país de Egipto hasta hoy, yo les envié a mis siervos los profetas, un día y otro día; pero ellos no los escucharon ni les prestaron oído; endurecieron su cabeza y fueron peores que sus padres. Tú les dirás, pues, todas estas palabras, pero no te escucharán; los llamarás y no te responderán. Entonces les dirás: Este es el pueblo que no escuchó la voz del Señor su Dios, ni aceptó la corrección. Ya no existe fidelidad en Israel, ha desaparecido de su misma boca».
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 94
Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a él, llenos de júbilo, y démosle gracias.
Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo, porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo; él es nuestro pastor y nosotros sus ovejas.
Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: «No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí aunque habían visto mis obras».
Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor. Arrepiéntanse de todo corazón y vuélvanse a mí, que soy compasivo y misericordioso.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Evangelio
Quien no está conmigo, está contra mí
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 14-23
En aquel tiempo, Jesús expulsó a un demonio, que era mudo; apenas salió el demonio, habló el mudo; y la multitud quedó maravillada, pero algunos decían: «Este expulsa a los demonios con el poder de Satanás, el príncipe de los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa. Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: «Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo a los demonios con el poder de Satanás; entonces, ¿con el poder de quién los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo arrojo a los demonios por el poder de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros; pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. Quien no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Preserva, Señor, a tu pueblo de toda maldad para que sus ofrendas te sean agradables; no permitas que nos entreguemos a los falsos placeres, para que podamos alcanzar la recompensa prometida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
Tú, Señor, promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Que mi conducta se ajuste siempre al cumplimiento de tu voluntad.
Oración después de la Comunión
Que la gracia de tu salvación, que hemos recibido en este sacramento, transforme, Señor, toda nuestra vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.