Reflexión sobre el evangelio
Jesús afirma que entre Él y el mundo como reino del pecado no hay posibilidad de acuerdo: quien vive en el pecado aborrece la luz. Por eso han perseguido a Cristo y perseguirán también a los Apóstoles. «La hostilidad de los perversos suena como alabanza para nuestra vida –dice san Gregorio- porque demuestra que tenemos al menos algo de rectitud en cuanto que resultamos molestos a los que no aman a Dios: nadie puede resultar grato a Dios y a los enemigos de Dios al mismo tiempo. Demuestra que no es amigo de Dios quien busca complacer a los que se oponen a Él: y quien se somete a la verdad luchará contra lo que se opone a la verdad» (In Ezechielem homiliae I, IX, 14).