Reflexión sobre el Evangelio
¿Cómo es que Jesucristo, siendo Dios, hace oración? en Cristo hay dos voluntades, una divina y otra humana, y aunque por su voluntad divina era omnipotente, no así por su voluntad humana. Lo que hacemos en la oración de petición es manifestar nuestra voluntad ante Dios, y por eso Cristo, semejante en todo a nosotros menos en el pecado, debió también orar en cuanto hombre. Al contemplar a Jesús en oración, san Ambrosio comenta: «El Señor ora no para pedir por Él, sino para interceder a favor mío; pues aunque el Padre ha puesto todas las cosas a disposición del Hijo, sin embargo el Hijo, para realizar plenamente su condición de hombre, juzga oportuno implorar al Padre por nosotros, pues Él es nuestro Abogado (…). Maestro de obediencia, nos instruye con su ejemplo en los preceptos de la virtud: ‘Tenemos un Abogado ante el Padre’ (1 Jn 2,1)» (Expositio Evangelii sec. Lucam, in loc.).